domingo, 4 de julio de 2010

La bestia interior


Es tu turno,te levantas y avanzas hacia el centro de la lona ante la mirada de tus compañeros.Llevas meses preparandote para ese momento y aun no sabes ni cual va a ser tu primer paso.Ante ti tu oponente parece haber crecido un par de centimetros desde que lo vistes antes de entrar al dojo.

Se os da la señal y tras el saludo todo comienza,mientras te desplazas y giras sobre un blando mar azul e instintivamente lanzas el 1º ataque,tu oponente lo esquiva y te devuelve una copia de lo mismo que pasa rozando tu mejilla a pocos centimetros,no sabes como has dado a tu cuerpo la orden de apartarse pero lo ha hecho segun notaba el viento que acompañaba al golpe.Sigues girando y buscando un punto de entrada evitando ocasionalmente algun golpe mal enfilado,el corazon te late como si ya llevases moviendote un largo rato y el sudor empieza a caer.Tu oponente amaga un golpe y caes como un autentico novato recibiendo un puñetado en la boca del estomago seguido de otros tanto en cadena que te hacen perder el equilibrio y caes rodando rapidamente para situarte lejos de tu rival.Le miras desconfiado desde la otra punta de la lona entre que sientes aun el calor de sus golpes y el publico enbravecido pide sangre.

Pruebas a lanzar una serie de patadas haciendo que retroceda hasta que cae arrinconado en tu trampa y haces llover sobre el 2 golpes en venganza por cada uno que te ha propinado antes,sintiendo como tus puñetazos conectan brutalmente con su cuerpo.Te empuja con rabia y te golpea la mandibula entre que te tambaleas retrocediendo.La balanza vuelve a equilibrarse cuando descubres que ambos estais igual de agotados pero tu cuerpo no quiere rendirse y prosigue la lucha abrasado por una furia interior .

Vuelves a intentar arriconarle consiguiendo colocar con destreza un par de patadas mas alla de su guardia,pero eres alcanzado por un golpe que te hace retroceder un par de pasos y neutraliza tu oportunidad de volver a encerrar a tu rival.

El combate prosigue un par de golpes mas cuando una patada aparece de la nada haciendote volar contra la pared y sientes como esta vibra al recibir todo el peso de tu cuerpo,caes al suelo destrozado con la vista empañada por el sudor que cae de tu frente y con el sabor de la sangre en tu boca,oyes un aviso de tu maestro,la lucha ha terminado.

Te levantas y saludas a tu oponente felicitandole por la victoria,la proxima vez esta sera tuya le dices socarronamente,el te mira y te da una amistosa palmada en la espalda y te invita a probar suerte cuando lo desees pero siempre y cuando sea dentro del tatami.